Hace un par de días se publicó un dato de lo más curioso. Según el INE o Instituto Nacional de Estadística, los suicidios en España superan a las defunciones en accidente de tráfico como muerte no natural o externa. Digo que me resulta curioso, porque uno siempre escucha que en los países del norte la tasa de suicidio es elevadísima debido a las fuertes depresiones que sufren las personas por la falta de luz. Pensaréis que soy un exagerado, como siempre, pero todos sabemos que esta y otras leyendas infames saltan de boca en boca, de charla en charla. Parece ser que además del sol, las cañas y todo lo demás, una sociedad se cimienta sobre otros pilares. Nosotros seguimos parcheando nuestra preciada España.
No pasa nada si se admite que el modelo nacional se deshilacha. Seamos sensatos, honestos: este país no puede continuar así. No podemos seguir pagando tanto por una vivienda (recuerdo que es un derecho!!!!!!!!!!!!) miserable en cualquier parte de nuestra geografía, no podemos seguir especulando o esperando nuestro turno para hacerlo y sacar unos euros, no podemos seguir cargándonos nuestro medioambiente, no podemos seguir sin hacer una reforma laboral, no podemos seguir dando la espalda a la migración, no podemos seguir sin un sistema productivo y sostenible, no podemos volver a crear empleo solo a través de la construcción, no podemos ser tan arrogantes.
Supongo que no estamos acostumbrados a accionar, a protestar (de verdad), para muestra un botón: Grecia, con casi la mitad de parados de los que tenemos nosotros, lleva meses saliendo a la calle para gritar su desacuerdo. Aquí se sale a la calle para protestar por la ley del aborto. ¿No resulta grotesco que los que promueven la rebelión sean los curas? ¡y qué rebelión! La de los rancios y los deterministas.
Creo que nuestro caudillo y todos con él, nos encargamos de administrar la dosis justa de bromuro a una sociedad que no fue, ni es capaz, de tomar las riendas de su vida.
¿Cómo se decía…? ¡ah! ¿quién mató a la República? Entre todos la mataron y ella misma se murió…; pues eso, ella misma se suicidó ¿quién…? España.
Carlos
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