
La semana pasada fui al videoclub para alquilar una buena película de miedo o de aventuras con objeto de pasar una noche entretenida. En uno de los estantes de dicho sitio, habían colocado las existencias sobrantes de las novedades no tan nuevas, digámoslo así. Reparé en una película que ya había visto en el cine pero que me interesó comprar por 7 euros, además me había gustado. Se trataba del último estreno de Zemeckis, la mitológica Beowulf, basada en el poema épico anglosajón homónimo redactado en la primera mitad del siglo VIII. Un mito de las gentes del norte. No sé si debido a la educación recibida ( mi madre es profesora de historia del arte ), mi pasión por el teatro o mi debilidad por los grandes enigmas ( si…, incluso he escuchado a Iker Jiménez en su programa radiofónico), esta temática me encanta. De modo que tanto en la sala como en mi casa, disfruté como un niño viéndola. Me gustan los mitos porque creo que ellos explican o son creados para explicar, sino todo, gran parte de lo que somos, como actuamos y las ventajas y desventajas de la condición humana. Nosotros somos parte del mito, el mito es nuestra cultura y debe ser patrimonio de todos. Haciendo referencia a esto quiero contaros que hace unas tres semanas realicé un taller de animación lectora sobre la Odisea en un instituto de Córdoba. Además de los ejercicios que llevaba preparados, mi amigo Jesús Ruiz, profesor de griego, se ofreció a hacer una pequeña dramatización conmigo. También participó una compañera de latín, Aurora. Juntos jugamos a recrear el Egeo sin mas elementos que nuestros cuerpos y voces, y sinceramente ha sido una de las veces que más cercano me sentí a un público mas que participativo, y a mis compañeros. Hicimos nuestro el mito, de todos, pura tradición oral. Ahora bien, es al ver en una película como Beowulf, que por cierto está hecha con una técnica muy moderna de animación, las caras conocidas de Angelina Jolie o John Malkovich cuando me enfurezco y clamo al cielo.¿ Por qué tenemos que aguantar a los famosos hasta en la sopa? ¿ por qué en una película de animación tienen que poner sus caras a los personajes principales? ¿ por qué usurpan el mito?. Lo más cercano a la Ilíada que conoce mucha gente, es la película Troya. Y lo más cercano a Aquiles, Brad Pitt. Me pregunto si los mitos cambian de forma, si tales celebridades no tienen nada que ver con ellos, os si habría que volver a la máscara para limar individualidades y volver a dejar los legados en manos de quién pertenecen, todas y todos nosotros. Un héroe es aquel que consigue lo que se propone. Ni el mas alto, ni el mas guapo, ni el mas fuerte. Lo mismo, evidentemente, para las heroínas.
Carlos