El desnudo cultural

El tema que desarrollo Marcos esta semana va muy acorde con la temporada del año. Desde comienzos de mayo en Berlín hemos tenido un clima fenomenal. Todos los días con sol y con una temperatura que oscila entre los 18 y 28 grados centígrados. Un comienzo de verano ejemplar para un país donde el verano suele perderse entre días absurdos de lluvia, viento y nubes.

Es así como este comienzo de verano ha llenado la capital alemana de un ambiente repleto de alegría, sonrisas, barbacoas y de gente desnuda en los parques. Si, de personas que a al más leve rayo de sol se dirigen automáticamente al parque más cercano y se "empelotan".

Este fenómeno lo vengo observando desde mi primer verano en Berlín. El primer año me llamó mucho la atención y no podía evitar ver casi descaradamente a los alemanes desnudos repartidos por todas las áreas verdes de Berlin. Al siguiente año realmente ya no me asombró tanto y me iba moviendo con más naturalidad por los parques. En la actualidad, yo misma voy al parque y aunque aun no me desnude del todo, cada año voy desprendiéndome de una prenda más... hasta que seguramente algún día también tomare el sol desnuda.

El desnudo: Antes de vivir en Alemania, el desnudo para mi era el simple hecho de no llevar ropa puesta. Era un estado muy íntimo. Ahora después de 7 años en Berlin, he comprendido que el desnudo en realidad es mucho más. Que se puede estar completamente desvestido en medio de una ciudad y realmente no sentirse desnudo. En este país nadie se fija en tu cuerpo despojado de ropa, si estas en un lago, la playa, un parque, una sauna o incluso en tu balcón, ya que todos estos sitios son para despojarse de toda vestimenta. Tu cuerpo al aire libre es normal y nadie observará si te has depilado en la última semana o si la celulitis te esta llegando a tus tobillos. Muy importante también: nadie te acosa sexualmente. En este sentido los alemanes son personas más libres, que te ofrecen la emancipación de sentirte cómodo con tu cuerpo y de mostrarlo, sin tener que sentir pudor.

Sin embargo en este desnudo tan libre, suelo extrañar la seducción que pertenece al desnudo latino, del cual yo provengo. Un desnudo lleno de prejuicios y morales falsas, pero que es explotado al máximo por la imaginación. Un desnudo que no existe, porque nadie se desnuda. Un desnudo que se desarrolla en la mente de cada quién. Dónde un buen escote alberga mil posibilidades… y un pantalón ajustado en un caballero puede calentarle la sangre a cualquiera.

Y es aquí donde me uno al comentario de Marcos. El desnudo, lo que representa y lo que despierta en cada quien es al fin y al cabo nuestra carga cultural. Depende del lugar de donde nacimos, como nos han educado y que relación hemos desarrollado con nuestro propio cuerpo, lo que nos crea una reacción especifica cuando nos encontramos ante un cuerpo desnudo, ya sea en un parque en Berlin o frente a un cuadro de Rodin.

Paula Pinto